FRAMBUESA
La frambuesa (Rubus idaeus L.) es una Berry de alto valor comercial y nutricional, cultivada principalmente en climas templados. Pertenece a la familia Rosáceae y se caracteriza por su fruto compuesto de pequeñas drupas agrupadas, con sabor dulce-ácido y textura aterciopelada.

El cultivo de frambuesa requiere suelos franco-arenosos o franco-limosos, profundos, bien aireados y con pH entre 5.8 y 7.0, alta materia orgánica y excelente drenaje, evitando carbonatos y sales excesivas. Prefiere temperaturas entre 14 °C y 19 °C, con variedades que demandan entre 250 y 1,600 horas frío. Es sensible a heladas y requiere riego por goteo, especialmente en floración y crecimiento del fruto, con una demanda hídrica de 4,500 m³/ha por ciclo. La nutrición debe incluir N, P y K, además de calcio, magnesio, zinc, boro y hierro, idealmente vía fertirrigación. El sistema radicular es superficial, por lo que la poda es clave para renovar cañas y estimular brotes productivos. El manejo fitosanitario debe enfocarse en ácaros, botritis y pudriciones, y la elección varietal debe considerar clima, horas frío y destino comercial.
Nitrogeno (N)
Estimula el crecimiento vegetativo, vigor de cañas y brotes, producción de flores y reservas.
Potasio (K)
Mejora firmeza, sabor y calibre del fruto; aumenta resistencia al frío y eficiencia hídrica.
Fósforo (P)
Favorece el desarrollo radicular, floración y acumulación de reservas.
Calcio (CaO)
Previene pudrición apical, fortalece tejidos
Magnesio (Mg):
Clave en la fotosíntesis y formación de clorofila.
Zinc (Zn) y Boro (B):
Vitales para cuajado, desarrollo floral y elongación celular.
Hierro (Fe) y Manganeso (Mn):
Participan en procesos metabólicos y fotosintéticos.








