CHILE
El chile (género Capsicum) es una planta hortícola perteneciente a la familia de las solanáceas, cultivada por sus frutos picantes o dulces, ampliamente utilizados en gastronomía, agroindustria y medicina tradicional. Es originario de América y representa uno de los cultivos más importantes en México y otros países de clima cálido.

El cultivo de chile requiere temperaturas entre 20 °C y 30 °C, pleno sol y suelos franco-arenosos o franco-limosos, bien drenados y ricos en materia orgánica, con pH entre 6.0 y 7.0. El riego debe ser moderado y constante, especialmente en germinación, floración y formación de frutos. Se recomienda sembrar en primavera en zonas templadas, con distancias de 30–50 cm entre plantas y 70–100 cm entre surcos. La fertilización debe incluir compost inicial y NPK ajustado según análisis de suelo, además de calcio, magnesio y micronutrientes. El manejo agronómico debe contemplar control de plagas (como pulgones y trips), enfermedades (mildiu, antracnosis, virus), buena aireación, rotación de cultivos y protección frente a estrés hídrico o ambiental. La cosecha se realiza entre los 70 y 120 días, según variedad y color deseado.
Nitrogeno (N)
Crecimiento vegetativo, síntesis de proteínas.
Potasio (K₂O)
Calidad de fruto, regulación hídrica y apertura estomática.
Fósforo (P₂O₅)
Desarrollo radicular, floración, transferencia de energía (ATP).
Calcio (CaO)
Fortalecimiento celular, prevención de pudrición apical.
Magnesio (MgO)
Componente de la clorofila, fotosíntesis.
Zinc (Zn)
Activación enzimática.
Boro (B)
Cuajado de frutos y desarrollo floral.
Hierro (Fe)
Transporte de electrones en la fotosíntesis.
Manganeso (Mn):
Síntesis de clorofila y metabolismo energético.









